¿Alguna vez terminaste comprando algo solo porque te hizo reír en un video?
Tranquila, no estás sola. En la era del scroll infinito, el humor se ha convertido en la forma más rápida (y efectiva) de conectar con el público. Lo que antes era solo entretenimiento, hoy es una estrategia poderosa que lleva a las marcas del FYP directo al carrito de compras.
El humor: la nueva moneda del engagement
La atención ya no se gana con anuncios perfectos, sino con contenidos que entretienen, sorprenden y humanizan.
El humor rompe barreras, genera empatía y convierte a las marcas en parte de la conversación, no en interrupciones molestas.
💬 Dato real: los contenidos con tono humorístico tienen hasta 4 veces más probabilidades de ser compartidos que los tradicionales.
Del meme al marketing: el camino al corazón (y al bolsillo)
Los memes, trends y audios virales no solo son risas: son oportunidades para vender sin parecer que estás vendiendo.
- Los memes humanizan a la marca y la hacen parte de la cultura digital.
- Los videos de humor activan emociones positivas, que se asocian al producto.
- El tono relajado genera confianza y reduce la “resistencia publicitaria”.
Ejemplo: esa marca de skincare que usa audios virales de TikTok mientras muestra cómo se aplica el producto. Nadie siente que le están vendiendo algo, pero todos recuerdan el nombre.
Por qué el humor funciona tan bien
- Activa emociones (y las emociones venden).
- Rompe la formalidad de las marcas y las hace más humanas.
- Aumenta la recordación: recordamos más lo que nos hace reír.
- Invita a compartir, lo que multiplica el alcance orgánico.
El humor convierte a los consumidores en embajadores involuntarios —porque si algo los hace reír, lo comparten.
Humor con estrategia (no solo chistes)
No todo vale. Usar humor en marketing requiere equilibrio:
✅ Conecta con la identidad de tu marca.
✅ Evita humor ofensivo o que divida.
✅ Sé auténtica; no fuerces tendencias.
✅ Aprovecha los audios o memes cuando aún están calientes.
El objetivo es reír con tu comunidad, no de ella.
En resumen
El humor ya no es un extra, es una estrategia de marketing emocional. Las marcas que lo entienden no solo hacen reír: hacen recordar, compartir… y comprar.
Así que la próxima vez que dudes entre un anuncio formal o uno divertido, recuerda: nadie comparte un comercial, pero todos comparten una risa.
